RECUÉRDAME BONITO
“Recuérdame bonito y por favor no llores, porque me voy, me voy, me voy…”
Joan Sebastian
¿Qué es lo que quieres que diga tu epitafio cuando mueras? ¿Cómo quieres ser recordado? ¿serás recordado? ¿qué dirán de ti cuando hayas muerto? ¿te recordarán como alguien especial? ¿o sólo te perderás en un abismo profundo y negro?. La huella que dejas en los demás, cómo te recuerden, lo que digan de ti cuando ya no existas, esa es tu marca personal. Parece oscuro pero no lo es.
Artistas, músicos, diseñadores, científicos, atletas, etc., se inmortalizaron por su forma única de experimentar el mundo, lo que la gente percibe de ti, lo que te hace distinto, tu identidad, tus creencias, tus valores, la forma única de hacer las cosas, te hace dejar un sello inigualable en la gente que te rodea, tu familia, amigos, colegas, clientes, compañeros de trabajo. Es tu legado y no sólo cuando mueres, sino cuando vives.
Por eso la relevancia de la marca personal en estos tiempos, hoy indiscutiblemente indispensable, esta crisis-oportunidad de sobresalir en el mercado laboral; y es que con tantos despidos tras una pandemia, lo que te hace experto en tu profesión ya no es suficiente ¿lo has pensado?, necesitas de otras habilidades para poder ser preferido ante un millón de personas que hacen lo mismo que tú, el ascenso de las habilidades blandas (soft skills) es lo que las empresas están buscando más allá del currículum que puedas tener, ser un programador genio es increíble, pero ser uno que comunique sus ideas con elocuencia y posea una enorme inteligencia emocional es aún mejor. Más compañías están buscando expertos en su materia pero también que posean habilidades que son clave para un buen desempeño: empatía, resiliencia, trabajo en equipo, negociación, liderazgo, influencia social, persuación, creatividad, orientación al servicio, pensamiento crítico, manejo de emociones, resolución de problemas, inteligencia emocional, comunicación, esas son las habilidades que se buscan según un estudio en Estados Unidos. La firma Burning Glass Technologies concluyó que los empleados “unicornio” eran aquellos que poseían dos habilidades aparentemente sin relación: una del lado izquierdo del cerebro (razonamiento lógico y analítico) y una del lado derecho (intuición y creatividad). Unidas estas habilidades te hace ser un mejor candidato, ya sea para trabajar en una empresa o para dirigirla.
En el libro de Andrés Oppenheimer “Sálvese quien pueda. El futuro del trabajo en la era de la automatización” habla justamente de todas aquellas profesiones y trabajos que desaparecerán por esta era tecnológica que arrasa: médicos, maestros, abogados y otras profesiones que en otros tiempos eran las más prestigiosas, ahora tenderán a desaparecer, parece algo muy escalofriante, pero somos testigos de esta revolución tecnológica que cada vez reemplaza más empleos.
Pero ¿qué es lo que nos queda? Trabajar en lo que nos hace más humanos, considerar trabajar en tu marca personal. Es a través de estos 3 pilares: autoconocimiento ¿qué te hace único? ¿cuál es tu valor simbólico?, estrategia: ¿qué haces muy bien por los demás? ¿cuál es tu servicio y contribución al mundo? Y por último, comunicación ¿sabes trasmitir tu mensaje y lo que haces?.
Trabajar con una estrategia de marca personal te ayudará a conocer muchas cosas que tal vez ni siquiera sabías de ti, te ayudará a posicionarte y a que la genta pueda saber tu valor simbólico, tu contribución al mundo, eso que hará que cuando mueras te recuerden por siempre y sea inspiración para otros, eso que hace abrir puertas donde no las hay y que al final venga una generación tras esa puerta. Si quieres saber cómo te recuerden bonito crea una estrategia de marca personal, Leonora te puede ayudar, al fin y al cabo esa es su misión y por lo que la personas la recordarán, porque lo que mejor sabe hacer es “cómo hacer para que te recuerden bonito y para siempre”.